Teñido

El teñido es un proceso de acabado eficaz y popular que añade color a los textiles y otros materiales porosos. El proceso de teñido es omnipresente en el mundo que nos rodea, desde los sectores textil, cosmético y médico hasta las industrias de la construcción, el papel, el embalaje y el automóvil. La incesante investigación realizada a lo largo del siglo XX ha dado lugar a una enorme gama de colores sintéticos. En contra de la creencia de que el teñido es un proceso principalmente estético, en realidad es indispensable para un amplio espectro de industrias.

Históricamente, los tintes de color se han obtenido de la naturaleza, principalmente de plantas, insectos y animales. Gracias a los avances de la ciencia y la tecnología, los tintes sintéticos surgieron a mediados del siglo XIX. En 1856, William Perkin desarrolló el primer tinte sintético. Se trataba de un tono púrpura intenso llamado "malva" y se derivaba del alquitrán de hulla. Más tarde, en 1869, la alizarina, el tinte rojo derivado originalmente de la raíz de la rubia, se convirtió en el primer pigmento natural que se duplicó sintéticamente; esto acabó provocando el colapso del mercado de los tintes de origen natural.

Los tintes están disponibles en diversos formatos, como polvos secos, gránulos, pastas, líquidos, pellets y virutas. El proceso de tintura de las fibras textiles consiste en colorear el tejido en una solución, generalmente acuosa, conocida como baño de tintura. La absorción del tinte es un factor crítico para que el color mantenga un estado relativamente duradero. También es importante que el tinte no se desvanezca rápidamente al exponerse a la luz. Las cuatro fuerzas moleculares que garantizan la correcta absorción de las moléculas de tinte son: las fuerzas iónicas, los enlaces de hidrógeno, las fuerzas de Vander Wals y los enlaces químicos covalentes.

Algunas industrias especializadas exigen propiedades específicas, como la resistencia al calor, a la intemperie y a los rayos UV (luz ultravioleta); en algunos casos, también se exige que los tintes presenten conductividad eléctrica, solubilidad en el agua, fibras de refuerzo y que no contengan metales pesados. Los continuos avances también han llevado a la industria biotecnológica actual a adoptar un proceso de tintura muy sofisticado.